Tropilunes -veneno para dos

Esta semana el tropilunes se va de motel (aunque algunos denominan esta música como salsa de alcoba, pero sinceramente ¿uno pondría esta música en su alcoba para que los vecinos se den cuenta que uno está haciendo groserías?).
Este subgénero de la salsa, muy común entre aquellos amantes, quienes expresan su pasión utilizando "sutiles eufemismos" como: "esas pequeñas cosas" (Me imagino a Faustino Hernán Asprilla Hinestrosa, cantandole ese tema a lady Noriega o Tatiana de los Rios, a las que cada clavada que les pegaba el delantero tulueño no les debió parecer una pequeña cosa) o "tu me quemas, cuando me rozan tus rodillas" (cuando en realidad lo que el hombre tiene es ganas de utilizar las rodillas de su amada como orejeras)
Pero uno de mis preferidos de este género es el incluido en el artículo, interpretado por la orquesta Bronko, que describe esa maravillosa sensación de "la mañana después" cuando uno amanece mamado (en algunos casos literalmente) pero con aquella satisfacción que hasta a veces dan ganas de dar un refuerzo mañanero:

con el mas delicioso licor
que puede surgir bajo el sol
somos tal para cual
coincidencia genial
Casualidad